Marcamos el tiempo de muchas maneras diferentes. Una unidad, el mes, ha estado en uso durante miles de años. Usamos sus nombres todo el tiempo, pero ¿qué significan los nombres de los meses del año y de dónde vienen?

El calendario se estructuró mediante la observación atenta del sol, la luna, las estrellas y los fenómenos naturales; los nombres y número de días que conforman nuestros meses fueron heredados del calendario romano o juliano, elaborado por el emperador Julio César, en el año 46 antes de Cristo, con la asesoría del astrónomo y filósofo Sosígenes.

La suma de días del calendario juliano no coincidía con el ciclo astronómico, la solución a este inconveniente fue adaptarlo al modelo egipcio que consistía en años de doce meses que sumaban 365 días, y años bisiestos con 366. 

Los romanos designaron los meses del año con referencias a dioses, emperadores o directamente a números. Originalmente, el calendario romano tenía tan solo diez meses y comenzaba en Marzo. En La Casa de las Flores te compartimos el significado de cada uno de los meses.

Enero: Fue el primer mes añadido. Proviene del latín “ianuarius”, acogiendo el nombre de Jano, el dios de las puertas y entradas. El comienzo del año se celebra en enero por la campaña de Hispania, que precisaba de la previsión de los cónsules, que solo podían elegirse con el año nuevo. En la antigüedad romana, las puertas del templo de Janus estaban abiertas en tiempos de guerra y cerradas en tiempos de paz.

Febrero:  Segundo mes añadido por Pompilio. Su nombre proviene de la fiesta romana de la purificación, denominada Februa, celebrada por los sabios cada año y en la que se aplacaban las almas de los muertos con diversas ofrendas. 

Marzo: Su nombre deriva del que tenía el primer mes en el calendario romano, martivs, que a su vez hace honor a Marte, dios de la guerra, coincidiendo con la época en que iniciaban las campañas bélicas.

Abril: Existen tres teorías sobre el origen su nombre. Algunos dicen que obtuvo su nombre de una palabra romana para “segundo”,  que era el segundo mes del año romano. 

Otros afirman que proviene de “aperire”, una palabra latina que significa “abrir”, porque representa la apertura de brotes y flores en primavera. Otros piensan que Abril lleva el nombre de la diosa Afrodita. Te invitamos a conocer nuestra colección de arreglo florales “best sellers” que son perfectos para regalar en primavera.

Mayo: Se cree que debe su nombre a Maia o Maya, diosa de la fertilidad, la salud y la castidad, para quien se celebraba un festival en su honor durante este mes.

Junio: su origen se remonta por la diosa Juno, la reina de los dioses, que representaba la maternidad en la mitología romana, pero también se dice que hace honor a uno de los fundadores de la República romana, de nombre Lucio Junio Bruto.

Julio: Julio Cesar fue el que le dio el nombre puesto que nació en ese mes, el gran emperador romano y del cual recibe su denominación. En esa época era cuando se hacía la recolección del trigo, que era representada con un segador haciendo este trabajo agrícola.

Agosto: Homenaje al que fuera emperador Augusto, pues eligió dicho mes para que portara su nombre al ser cuando derrotó a Marco Antonio y Cleopatra.

Septiembre: Al principio lo pudimos ver ocupando el séptimo lugar conservando su nombre aunque haya pasado después al noveno puesto.  Diferentes escenas de vendimia representan este mes, dedicado al dios Vulcano.

Octubre: Aquí también ha llegado a conservar el nombre originario de época de Rómulo. Proviene de la palabra latina «october» (octavo). La vendimia y la siembra los simbolizan.

Noviembre: Su nombre perdura desde el momento en que ocupaba el noveno lugar (november). Los días fueron modificándose hasta que llegó Augusto, que los dejaría en 30.

Diciembre: Aunque está en el último lugar, se le conoce por el décimo puesto que ocupaba en sus orígenes. Debido a que los romanos colocaron dos nuevos meses en el año, los nombres de los meses ya no tienen sentido. Si nuestro año comenzara en marzo como lo era para los romanos antiguos, diciembre seguiría siendo el décimo mes.

El cálculo exacto de los días de un mes, y en consecuencia de la duración de un año, fue complejo, porque estuvo sujeto al movimiento irregular de los cuerpos celestes, lo que exigió observación frecuente y, en ocasiones, decisiones autoritarias para fijar o rectificar las fechas.

Por esta razón, el calendario es una convención mundialmente aceptada, para regular el tiempo de las sociedades humanas según sus estructuras sociales y políticas, sistemas económicos y culturales. Además está sujeto a los ritmos del universo y es resultado de observaciones y cálculos que dependen, también, del progreso de las ciencias y las técnicas.